El zángano, también conocido como abeja macho, es un tipo de abeja que se caracteriza por su tamaño más grande y la falta de un aguijón. A diferencia de las abejas hembras, los zánganos no recogen polen ni néctar y no tienen la capacidad de picar. En cambio, su único propósito es aparearse con la abeja reina.
Los zánganos nacen de huevos no fertilizados y tienen solo un conjunto de cromosomas, lo que los hace haploides. Son criados por las abejas obreras en la colmena y se les alimenta con una dieta especial para promover su crecimiento. Una vez que alcanzan la madurez, abandonan la colmena en busca de una reina con la que aparearse.
Aunque los zánganos no son esenciales para la supervivencia de la colmena, desempeñan un papel importante en el proceso de apareamiento. Durante el ritual de apareamiento, los órganos reproductivos del zángano son arrancados de su cuerpo, lo que hace que muera poco después. Los zánganos suelen encontrarse en grandes cantidades durante los meses de primavera y verano, cuando la reina está más activa.